Cuando llega el verano, muchos estudiantes se lanzan a buscar su primer trabajo. Y no es para menos: es una buena forma de ganar algo de dinero, tener independencia y empezar a tantear eso que llaman «vida laboral». Pero ojo, que la falta de experiencia también puede jugar en tu contra si no sabes qué esperar, dónde buscar o qué derechos tienes.
Por eso hemos preparado esta guía: para que no vayas a ciegas y puedas aprovechar la experiencia al máximo sin que nadie se aproveche de ti.
Empezar a trabajar: lo que no te cuentan
Trabajar en verano tiene muchas ventajas.
Te ayuda a aprender a organizarte, a saber lo que vale tu tiempo y a tratar con todo tipo de personas. Además, tener un primer empleo te da algo muy valioso: experiencia.
Aunque sea solo un mes o dos, es un paso enorme para tu futuro profesional. Puede que descubras un sector que te encanta… o justo lo contrario. Todo suma.
Dónde y cómo encontrar tu primer curro
Si te preguntas dónde buscar, hay varias puertas que puedes tocar. Existen webs donde muchas empresas publican ofertas pensadas justo para estudiantes.
Algunas grandes cadenas como Mercadona, LIDL o Amazon también tienen programas de verano. Y no subestimes el poder del boca a boca: muchas veces el curro lo consigue quien pregunta en el momento justo.
También puedes mirar las bolsas de empleo de tu centro de estudios o hablar con el orientador laboral si tienes acceso a uno. Incluso en redes como Instagram o LinkedIn las empresas cuelgan ofertas. El caso es moverse.
Eso sí, ten preparado un buen currículum, aunque sea tu primera vez. Incluye en él tus estudios, idiomas, habilidades, actividades en las que hayas participado (como voluntariados o proyectos escolares)…
Y si llegas a una entrevista, ve con ganas, sin miedo a no saberlo todo. Lo que muchas empresas valoran es la actitud.
Y ahora, no te olvides de lo más importante: tus derechos
Puede que te cueste creértelo, pero aunque sea un trabajo temporal, tienes derechos desde el primer día.
El más básico: deben hacerte contrato. Da igual si vas a estar solo un par de semanas o todo el verano. Y no, no vale eso de «ya te pagaremos en negro«. Si algo suena raro, desconfía.
El salario también debe ser, como mínimo, el Salario Mínimo Interprofesional. Y si haces horas de más, tienen que pagártelas. Además, tienes que estar dado de alta en la Seguridad Social: eso significa que estás cotizando y que tienes cobertura si pasa algo.
Si notas que algo no cuadra o te niegan cualquiera de estas cosas, no dudes en pedir ayuda.
Trabajar en el extranjero: suena bien, pero…
Muchos estudiantes aprovechan el verano para trabajar fuera de España con programas como el famoso Work and Travel. Es una experiencia brutal, pero también requiere preparación: hay que gestionar visados, vuelos, alojamiento, y tener todo claro por escrito.
Si decides lanzarte, investiga bien, infórmate sobre tus derechos en ese país y evita cualquier agencia que no te dé garantías claras.
No olvides que el sindicato también está para ti
Muchos jóvenes creen que los sindicatos son solo para gente con muchos años de trabajo. Nada más lejos de la realidad.
Si tienes dudas con un contrato, no sabes si te están pagando bien o quieres informarte de tus derechos, puedes acudir a nosotros sin ningún compromiso. Estamos aquí, ante todo, para ayudarte.
Este verano, dale la bienvenida a tu primer trabajo… pero hazlo con información. Y si algo no te huele bien, ya sabes: mejor preguntar que lamentar.
Porque los trabajos de verano para estudiantes pueden ser una oportunidad increíble de crecer, o un disgusto. Y la diferencia está, muchas veces, en saber lo que te corresponde.
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